La cultura capitalista en la que hemos crecido nos ha enseñado que el entorno y el contexto económicos son los que mandan. Si estamos en búsqueda de un empleo, de nuevas oportunidades, proyectos o clientes, pensamos que lo conveniente es adaptarse al máximo para vendernos y entregar nuestros servicios.Pero ¿Hasta dónde adaptarse?
Lo peligroso de adaptarse al máximo es que cuando realmente las situaciones se ponen tensas, acabas yendo a por todas, tomando lo que sea como trabajo, como proyecto, como cliente... Y no funciona!
Además, en ello te puedes perder, descentrándote poco a poco de quien eres, de tus valores, de lo que quieres y de donde realmente aportas valor.
¿Cómo no caer en la trampa? ¿Cómo volver a centrarse?
Cada uno tenemos nuestra particularidad, nuestro talento, nuestra originalidad. Nuestro valor añadido único.
Tratando sobre-adaptarte pierdes esta unicidad. Te diluyes.
Reconecta con ella. Confía en ella, aliméntala, desarróllala....
Tu unicidad es tu fuerza. No la apartes. Céntrate en ella.
Explora el mundo centrándote en quien eres y en quien quieres ser.
...Si te interesa saber más... Talleres 2013
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