A veces cuando miro a la sociedad en la que estamos, tengo la impresión de que todo está basado en el movimiento y la velocidad.
Pararse un momento, sentarse, respirar, disfrutar de manera desapegada y sencilla del momento se ha vuelto en un ejercicio tremendamente complejo.
Como si nuestra mochila estuviera tan cargada de preoccupaciones, de incertidumbre, de TO DOs, de presión, de inquietudes, de miedos, de realidades...
Como si tuviéramos un pequeño policía (o crítico) interior que nos enviara órdenes, nos mandara movernos y nos machacara por no hacerlo.
Y seguro que todas las cosas que emprendemos día trás día no son tan estratégicas y eficientes como nos gustaría que fuesen...
Seguro que a veces nos encerramos en una actividad casi automática que quizás nos aporte un poco de reconfort, nos quite presión, nos de la impresión que estamos haciendo lo acertado, lo conveniente...pero que en realidad no contribuye en lo que realmente deseamos conseguir.
Porque el verdadero tema no sería este? Qué deseo hacer y conseguir?
Todo lo que estoy haciendo ahora corresponde con estos deseos?
O más bien responde a mi idea de mi posición o rol actual en el entorno y/o mercado?
Estoy claro con lo que deseo? Por dónde quiero ir?
Nuestra educación nos ha aprendido a ser muy lógicos y disciplinados. Así que con la formación que tenemos, miramos que opciones tenemos con ella. Estudiamos los mercados, las posibilidades y escogimos opciones y estrategias para llegar ahí.
Y nosotros mismos? Nos corresponden estas opciones? Nos ponen en movimiento?
O tenemos que ponernos las pilas para poder ponernos como una moto?
Pararse un momento, sentarse, respirar, disfrutar de manera desapegada y sencilla del momento se ha vuelto en un ejercicio tremendamente complejo.
Como si nuestra mochila estuviera tan cargada de preoccupaciones, de incertidumbre, de TO DOs, de presión, de inquietudes, de miedos, de realidades...
Como si tuviéramos un pequeño policía (o crítico) interior que nos enviara órdenes, nos mandara movernos y nos machacara por no hacerlo.
Y seguro que todas las cosas que emprendemos día trás día no son tan estratégicas y eficientes como nos gustaría que fuesen...
Seguro que a veces nos encerramos en una actividad casi automática que quizás nos aporte un poco de reconfort, nos quite presión, nos de la impresión que estamos haciendo lo acertado, lo conveniente...pero que en realidad no contribuye en lo que realmente deseamos conseguir.
Porque el verdadero tema no sería este? Qué deseo hacer y conseguir?
Todo lo que estoy haciendo ahora corresponde con estos deseos?
O más bien responde a mi idea de mi posición o rol actual en el entorno y/o mercado?
Estoy claro con lo que deseo? Por dónde quiero ir?
Nuestra educación nos ha aprendido a ser muy lógicos y disciplinados. Así que con la formación que tenemos, miramos que opciones tenemos con ella. Estudiamos los mercados, las posibilidades y escogimos opciones y estrategias para llegar ahí.
Y nosotros mismos? Nos corresponden estas opciones? Nos ponen en movimiento?
O tenemos que ponernos las pilas para poder ponernos como una moto?
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