El drama sin fin en un grupo nubla la consciencia. Demasiado ruido abruma los sentidos. El aporte continuo oscurece la visión genuina.
No sustituya el sensacionalismo al aprendizaje.
Permita tiempo regular para la reflexión silenciosa.
Para voltearse hacia dentro y digerir lo que ha sucedido. Deje que los sentidos descansen y se silencien.
Enseñe a la gente a dejar de lado su charla mental y obsesiones superficiales. Enseñe a la gente a prestar atención a la reacción de todo el cuerpo a una situación.
Cuando los miembros del grupo tienen tiempo para reflexionar, pueden ver más claramente lo que es esencial en sí mismos y en los demás.
El Tao del Liderazgo
John Heider / Lao Tsu
No hay comentarios:
Publicar un comentario