Si en las entrevistas o reuniones, dejaramos nuestras agendas ocupadas, nuestros ambiciosos objetivos, nuestros dispositivos móviles invasivos, para estar en el momento, escuchando a las personas, sus sentimientos, opiniones, deseos, realidades, ambiciones.....
Si, en las relaciones de management, pasáramos de la autoridad, de la gestión a través de la coerción, la presión, el miedo, al establecimiento de alianzas individuales, adultas, abiertas, aceptando la diversidad y la originalidad de cada individuo.
Si en las relaciones sociales, pasáramos de la segregación, las relaciones de poder, el etiquetado, el cotilleo... a la tolerancia, la apertura, la curiosidad y el interés en los demás, en sus sueños, ambiciones, riquezas... y dificultades.
Si decidiéramos centrarnos, conocernos, construirrnos desde dentro para dar lo mejor de nosotros mismos.
Si aprendiéramos a escuchar, a crear contextos de intercambio genuino, a establecer colaboraciones, a construir, a avanzar, a progresar.
Si dejáramos de ser soldados para convertirnos en actores, ovejas para ser leones, recursos para ser líderes.
Líderes de nuestras vidas y sueños
¿Si respetáramos nuestros valores, nuestras ideas, nuestros principios, nuestros verdaderos deseos?
Y volviéramos a ser auténticos...
¿Qué pasaría entonces?
No hay comentarios:
Publicar un comentario