Todos los directivos tienen de vez en cuando reuniones importantes y complicadas, donde deben debatir, discutir, dar feedbacks difíciles y conflictivos.
Es humano que a veces quieran escaquearse, evitar las dificultades, los conflictos, convencerse ellos mismos de que pueden prescindir de ello...
Un ejemplo : has estado postergando hablar con un colaborador de lo que no está funcionando, de lo que está fallando o faltando en su trabajo, en su desempeño. Hace tiempo que evitas el tema...
¿Por qué esperar? La situación podría rápidamente complicarse... con consecuencias quizás graves ...
Cuando uno tiene ética, debe ser lo más honesto posible.
Coméntale lo que está pasando de manera factual, comparte y trabaja con él para definir acciones, planes de mejora, formación, coaching, mentoring...
¡Dale una oportunidad de adaptarse, de ser flexible y de aprender!
Las empresas necesitan ejecutivos que tengan autenticidad, coraje y ética.
Son valores que aportan pro-actividad, flexibilidad y resultados.
¿No te parece?
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