El mes de agosto ha sido un mes de desconexión total. De descanso, de exploración. De relajación y buena vida.
¿Qué lecciones te dan estos momentos de veraniego despreocupado?
¿Con qué te quedarías para esta vuelta al trabajo?
Estas vacaciones te han permitido volver a conectar con tu cuerpo, relajarte, sentirte vivo física y mentalmente, descubrir nuevos espacios, ambientes, con energía, tónico, curioso, abierto, fluyendo.
Cuida esta energía que has almacenado. Gestiónala. Quédate con esta sensación.
No te dejes atrapar por la presión. Organízate y cuídate para continuar sintiéndote centrado, enérgico, dinámico, abierto, flexible.
Quédate con la sensación de soltar, de ligereza física y mental de estas vacaciones.
Aunque el ritmo se vuelva a acelerar, que la presión vuelva a subir, continua disfrutando haciendo lo que haces. No te tomes demasiado en serio, no te pongas rígido… Conserva la serenidad, la flexibilidad, la curiosidad y el entusiasmo que te acompañaron durante estas semanas de verano…
Con este ánimo serás eficiente, productivo y pro-activo... ¡además de pasártelo bien!
¿Qué te parece?
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