La abundancia está en nuestros platos, nuestros regalos, en nuestro postureo. Consumimos y presumimos.
Regalamos pero no damos de nosotros.
Nuestra generosidad es material y mantenemos las distancias.
Nuestra generosidad es material y mantenemos las distancias.
Necesitamos volver a conectar entre nosotros…
No desde el tener, con dinero, con regalos, con competición…
Pero desde el ser, desde nuestra autenticidad,
desde nuestro amor al otro.
desde nuestro amor al otro.
¡Regala al mundo todo lo que eres!
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