En nuestra vida en la sociedad damos valor a la independencia, a la madurez y la capacidad de montar, dirigir y gestionar nuestras vidas de manera autónoma e individualista.
En la empresa es lo mismo. Tenemos consignas y objetivos en nuestro trabajo, Nos toca a nosotros ser motivados, organizados y competentes para entregar lo que se nos pide y conseguir los objetivos.
Si necesitamos ayuda, el nivel de especialización y pericia en la empresa hacen que acudamos fácilmente a las personas apropiadas para ayudarnos. Pero para áreas fuera de nuestra propia especialidad.
Si necesitamos consejos o respaldo en nuestras funciones, compartiremos o pediremos dependiendo en la cultura de la empresa y en las relaciones o amistades que tenemos con nuestro entorno laboral...
Pocas empresas y personas tienen esta cultura de colaboración y respaldo.
Si uno no sabe y pregunta o duda amenudo, se puede rapidamente a juzgar su profesionalidad.
Además, con la competitividad del mundo empresarial no es fácil mostrar sus carencias a otros....preguntando o pidiendo Nos puede poner en una posición de desconfort o inferioridad.
En mi experiencia pasada en la consultoría del cambio, aprendí una regla sencilla y super eficiente que desde entonces siempre utilizo pero que tiene que ser apropiado por todos:
“Tienes derecho a no saber. A todos nos ocurre no saber.
Si necesitas ayuda, pídela.
El error está permitido. Es aceptable fallar.
Pero es prohibido fallar por no haber pedido ayuda.”
Qué sencillo, no?
En la empresa es lo mismo. Tenemos consignas y objetivos en nuestro trabajo, Nos toca a nosotros ser motivados, organizados y competentes para entregar lo que se nos pide y conseguir los objetivos.
Si necesitamos ayuda, el nivel de especialización y pericia en la empresa hacen que acudamos fácilmente a las personas apropiadas para ayudarnos. Pero para áreas fuera de nuestra propia especialidad.
Si necesitamos consejos o respaldo en nuestras funciones, compartiremos o pediremos dependiendo en la cultura de la empresa y en las relaciones o amistades que tenemos con nuestro entorno laboral...
Pocas empresas y personas tienen esta cultura de colaboración y respaldo.
Si uno no sabe y pregunta o duda amenudo, se puede rapidamente a juzgar su profesionalidad.
Además, con la competitividad del mundo empresarial no es fácil mostrar sus carencias a otros....preguntando o pidiendo Nos puede poner en una posición de desconfort o inferioridad.
En mi experiencia pasada en la consultoría del cambio, aprendí una regla sencilla y super eficiente que desde entonces siempre utilizo pero que tiene que ser apropiado por todos:
“Tienes derecho a no saber. A todos nos ocurre no saber.
Si necesitas ayuda, pídela.
El error está permitido. Es aceptable fallar.
Pero es prohibido fallar por no haber pedido ayuda.”
Qué sencillo, no?
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